No somos desnudas
Ingenua y tonta cada mirada que ve a María sólo bonita cuando lleva esos pantalones rojos,
estúpidos los que se sorprenden cuando ven que se atreve a algo más,
valientes aquellos que se creen más que ella,
y también estúpidos.
Se enredan en conversaciones intrascendentes en las que nadie dice nada importante
hablan porque se sienten vacíos si no oyen más que el silencio
silencio necesario para pensar, y entender.
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