La desconfianza de la gente y ese tufo a miedo que dejan por las esquinas.
No debería ser normal, pero dicen que tres de cada cuatro personas se quedan en casa por miedo a estadísticas estúpidas que se pueden (podemos) creer.
Y que Dios existe.
Y que mi madre también.
Ese tufo a miedo unido a una maldad creciente que sólo te deja coger una leve bocanada de aire, aire que sabe a esa mierda que fumas
que fumamos.
Que son dos días, y se me ha debido pasar el tiempo porque las estadísticas se han cumplido, y sigo viva.
Me han curado las heridas, la sangre se ha secado,
la locura sigue
escondida
de vosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario