Coge aquel vestido que tanto la gustaba, se pone los tacones más altos que tiene,pintada como si esta noche reinventara su séptimo sentido,y peinada como si fuese año nuevo.Medias de rejilla,falda ajustada,abrigo de piel falso,aunque no te haga falta.Esa noche no pasará frío.
Ya son las nueve,hace frío,y él no ha llegado.Aquella chica,con esos ojos que cambian tan a menudo de color,enciende un cigarro,y espera.Las nueve y veinte.Juega con el zapato.Va a comprarse una botella de licor.Está harta.Las diez,y no ha venido.Podría ir a buscarlo a casa,preguntar por él,llamarle al móvil. Una pena ,que sea tan orgullosa.Coge los tacones de la mano,cruza la calle corriendo,y baja las escaleras,para poder pasear a gusto por esa orilla de la playa,esa orilla tan maravillosa. Como la gusta, cuando la arena roza sus pies,se mete entre sus dedos ,y se desliza para volver a caer.Enciende un marlboro. Es malo,pero que sabor tan suave,tan sencillo,y genial. Abre la botella,y por qué no, bebe sola;pone música triste,no no,mejor música loca.Esa noche tenía otros planes,pero,lo de bailar sigue en pie. Baila,ya un poco borracha.Una pandilla pasa,y se la quedan mirando.:- ¿¡QUÉ COÑO MIRÁIS?!
Una chica la mira un segundo,y luego responde:- Pensar por un instante,que iba a ir a buscarte,¿no?.Ven anda,nosotras no te dejaremos de lado.
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